Chaos; Head






Con renovadas intenciones de valorar las adaptaciones al anime de las novelas visuales para PC, Chaos; Head se convierte en una grata sorpresa de la temporada otoñal 2008. Tras el trago amargo con School Days, C;H atrapa al espectador con una trama psicológica que admite hipertextos a la condición social de Japón en la actualidad. No es gratuito que la acción comience con Nishijou Takumi, candidato a la cifra estadística del Hikkikomori, además de principios visibles de agorafobia esquizofrénica .






Opening F.D.D. interpretado por Kanako Ito, con prólogo incluido.




Remite de inmediato a NHK ni Youkozo, un fracasado en busca de días soleados; sólo que esta vez el escape del lado oscuro implica teñirse de rojo intenso. Taku encuentra refugio del mundo real en el terreno bidimensional: ¿Para qué molestarse en personas 3D, compuestas por células, hueso, tejido, músculo y pared celular?, cuando el camino hacia la iluminación se rige por la ley del menor esfuerzo, maratónicas jornadas de MMORPG, figurines tipo escala y comunidades virtuales.



Contaminarse del mundo real es tan sencillo como dar seguimiento a una ola de asesinatos y suicidios masivos ocurridos en las inmediaciones del distrito comercial Shibuya. La clave que desata la tragedia es producto de un misterioso link colgado en la sala de chat, mención previa de una fórmula matemática que explica la inexistencia del mundo, luego entonces el susurro de Trinity anunciando que the matrix has you: The world changes if you click it.






Exterior e interior del hábitat hikkikomori: un submundo que inhibe la realidad externa.




Los sucesos son atribuidos a la tendencia denominada New Gene, la ira de la nueva generación; todavía sin objetivos claros mucho menos públicos, pero con la convicción de mantenerse constantes (e incrementarse) día con día. Se dicta la condena para Takuni cuando por accidente descarga una de los enlaces que cambian al mundo con un click: imagen nítida del próximo asesinato.



Una serie que se merece la atención de quienes desean mantenerse al tanto de la paranoia psicológica, reto extra que implica la identificación de los conflictos actuales en Japón que pueden dar cabida, al menos en la ficción, a realidades que superan el asombro humano, cada vez más inmutable y exigente. Por mencionar el caso de los NET ROOM, otro refugio para quienes las exigencias sociales los han rebasado completamente. Quedan a merced de escasos metros cuadrados que les permiten aislarse de la vorágine externa: sanitario, futón para dormir, un perchero, la grata satisfacción de una PC y trabajo de medio tiempo, vean el video para mayor claridad sobre lo que escribo.






Los personajes frente al famoso edificio 109 de Shibuya




Bien por Chaos; Head, una de las novelas visuales de mayor éxito en Japón y un deleite gráfico/narrativo de animación que se aleja del convencionalismo que aqueja, desde hace rato, al grueso de las producciones más recientes.

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